Esta semana he ido al cine y optado por ver Baby "El Aprendiz del crimen", y honestamente debo confesar que no le tenía demasiada fe a la película tras haber visto los trailers. No sé; me pareció que sería la típica película de acción en donde un grupo de gansters planean un robo imposible y para dicha tarea necesitan un chófer talentoso, solo que este sería interpretado por un jovencito. Pero..., aunque básicamente trata de esto, con un pasado triste y una historia de amor de por medio..., me he llevado un sorpresa. Una muy grata sorpresa. Bueno, en realidad han sido dos...
Y es que Baby Driver es una película bien dirigida, y entretenida desde el comienzo. Está cargada de humor y tiene escenas de acción y persecución muy bien logradas, con un toque bastante inusual, pues, cada acción está sincronizada con el soundtrack (que es el punto fuerte de la película, sin duda alguna) de una forma maravillosa. Por momentos, es como ver un musical en el que llueven balas.
Por otro lado, las actuaciones son estupendas. No tengo quejas. Todos sobresalen. Ansel Elgort, Jon Hamm, Jamie Foxx, un regio Kevin Spacey, y sí..., mi segunda sorpresa, alguien a quien no le tenía pero absolutamente nada de fe. Hablo de Eiza González.
Pero, como nada es perfecto en la vida, Baby Driver tiene ciertas cosas que no me han gustado, y que sin embargo no le restan tantos puntos. Tres cosas: el romance superficial entre Baby (Ansel Elgort) y Deborah (Lily James), el villano estúpidamente duro de matar y el final un tanto flojo.
En resumen: Baby Drives NO te deja con la sensación de haber escogido mal.
Mi puntuación: ★★★★
Nota: la máxima puntuación es de cinco estrellas.
